Capítulo 17.
Hace ya cuatro días que Jungkook había dejado el trabajo, hace cuatro días que no habían tenido alguna clase de contacto, hace cuatro días que Jimin se sentía tan vacío y falso por haberle mentido a su alfa, hace cuatro días que no era el mismo.
Namjoon tampoco estaba mejor, siempre salía bien vestido y peinado, pero desde el día en que rompió con Jin, nada fue igual, su ropa estaba desaliñada, su pelo desordenado, sus ojos estaban tan vacíos como los de la persona con la que se casaría.
Jungkook tampoco es que estuviera del todo bien, estaba estudiando, sí, pero en su pecho se sentía un enorme vacío, como si hubiera perdido algo muy importante o como si le hubieran arrancado una parte de sí.
Jin era el que parecía estar más "estable", no era como antes, claro está, pero seguía sonriendo y haciendo bromas, pero lo que nadie sabía es que cada vez que dormía, sus lágrimas lo acompañaban hasta que concilie el sueño.
—¿Debería ir a verte? —Jimin hablaba a una fotografía de Jungkook que estaba en su teléfono, el alfa había sacado esa fotografía mientras paseaban por la calle y ahora era la única imágen que Park tenía de ese alfa—. Quiero ir a verte... —las ojeras debajo de sus ojos ni siquiera eran tratadas de ocultar, su cabello estaba hecho un desastre, él era un desastre.
El mundo lo odiaba demasiado, justo cuando dijo que nunca se enamoraría, que esas cosas son de tontos, que primero está su trabajo, justo en ese momento llegó Jungkook con su sonrisa y su personalidad a cambiar toda su perspectiva del mundo.
Ese alfa había logrado cosas que nadie había hecho, hizo a Jimin comer un helado de una tienda ambulante, lo hizo salir sin maquillaje, lo hizo salir de su zona de confort y eso era lo que más extrañaba de él, Jungkook trajo a su vida cosas que siempre había tenido envidia de la gente "normal".
Le trajo comida casera, le trajo arropo nocturno, besos sinceros, abrazos cargados llenos de amor, cariño no interesado, seguridad sin paga, le trajo amor, tantas cosas que extrañaba de ese alfa y cada vez que pensaba en alguna de ellas, las lágrimas salían sin permiso de los ojos de Jimin.
—Debí pelear por ti —estaba en su habitación, viendo aquella imagen del alfa—. Sí que valías la pena —sus sollozos escapaban de sus labios—. ¿Por qué te dejé ir? —todo era culpa de su madre—. ¿Por qué no te abracé más fuerte la última vez que te tuve cerca? —sus ojos no se cansaban de llorar.
Pero tenía que ir al trabajo así que sin ganas se levantó, se colocó los zapatos y sin importar que sus ropas estuvieran mal acomodadas, salió de su casa en dirección a aquella tienda.
Hoseok lo estaba esperando ahí, claro, era el turno de Jung para acomodar algunas ropas.
—Ni siquiera voy a preguntar y no quiero ninguna queja de parte de ti, solo acompáñame —el otro omega tomó su mano y se alejaron de la tienda.
—Pero tenemos trabajo...
—Hoy no, ya les dije a los chicos, tú no te preocupes —hoy era día de consolar a su mejor amigo.
—Tengo que trabajar...
—Ya dije que hoy no, ven, acomp... —su teléfono empezó a sonar, Taehyung lo estaba llamando, colgó la llamada, ya le explicaría después el porqué le rechazó la llamada a su amigo, ahora era Jimin time.
—¿Sigues en contacto con Taehyung?
—Sí, es un buen amigo, pero no sé porqué Yoongi y él no se llevan, los dos son mis amigos, creo que si se conocieran, se caerían muy bien.
Hoseok no veía las intenciones de sus dos amigos, simplemente veía alfas que eran amables con él, muy agradables.
—Vamos a mi departamento, ¿si? Ya pedí comida, debería llegar en 20 minutos —Jung dirigía a Jimin tomándolo de la mano, justo como Jungkook lo hacía y eso solamente destrozaba al omega aún más.
—Si...
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—Lo extraño demasiado —Jimin lloraba desconsoladamente en el hombro de Hoseok—. No sé qué hacer, quiero verlo, pero si alguien me ve con él, mi madre lo sabrá y arruinará su vida... yo no quiero eso.
—Ya, ya, vamos, tus lindos ojos están hinchados —limpió sus lágrimas una vez más—. Creo que Jungkook podría ir a visitarte, osea, quedaron bien porque le dijiste la verdad, ¿no?
Y Jimin se quedó callado, no, no le había dicho la verdad al alfa, le había mentido, le dijo que todo lo que tuvo con él fue una aventura y que Namjoon si era su pareja, pero lo hizo justamente para que Jungkook se alejara.
—Jimin, ¿le dijiste la verdad? —al no escuchar alguna respuesta de su amigo, supo que no había sido honesto con su alfa.
—No...
—¿Por qué?
—Ni yo lo sé... pero en ese momento supuse... que si le mentía y creía mi mentira, se alejaría y así lo pondría a salvo como ahora... supongo que mi plan funcionó demasiado bien —no había alguna clase de brillo en su mirada.
—Oh, ven aquí —volvió a abrazarlo dejando que se recueste en su pecho como un niño pequeño asustado por la obscuridad.
—Me hace tanta falta...
—¿Qué es lo que te daba? Digo, eres millonario, no hay nada que no puedas tener.
—Me daba cosas... cosas que nunca imaginé poder tener en esta vida, comida casera, arropos nocturnos, consuelos en medio de una lluvia, me daba tantas cosas sin esperar algo a cambio...
Ahí Hoseok cayó en cuenta de lo triste que debe estar sintiéndose Jimin al perder a alguien que se había convertido en el pilar de su estabilidad emocional además de proporcionarle cosas tan cotidianas para muchos pero tan deseadas para Park.
En cuestión de cortos días, había perdido a aquel alfa que siempre lograba sacarle una sonrisa con cualquier bobada, aquel que uno de los días de trabajo vino vestido de árbol por el simple deseo de Jimin.
Lo único que podía hacer por su amigo era estar a su lado y quedarse ahí.
Y eso era exactamente lo que haría.
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